Cuando se produce un fracaso sentimental, y realmente, cuando se produce cualquier tipo de fracaso, es muy importante conocer las causas generales del mismo.
Esto no quiere decir que debamos recrearnos en nuestros errores y sufrir más de lo necesario, pero sí que debemos tener claro en qué hemos podido fallar y qué no depende de nosotros, para poder avanzar.
Nuestros actos en la vida, así como los actos de las personas que forman parte de la misma, siempre tienen consecuencias. Es decir, todo pasa porque algo lo provocó con anterioridad. Nada para porque sí o al menos no al 100%.
Las causas de un hecho pueden ser de diversa índole, y muchas veces ni siquiera encontraremos causas concretas para explicar todo lo que sucede ya que no tenemos por qué saberlo todo.
Sin embargo, es importante conocer, grosso modo, las causas de un divorcio, principalmente por tres razones: no repetir el mismo error una y otra vez; aprender y sacar conclusiones prácticas del propio divorcio; y no sufrir más de lo necesario suponiendo cosas que quizás nada tengan que ver con la realidad.
En caliente, poco después del divorcio, quizás no lo veamos con claridad. La mejor opción es contar con ayuda profesional. Alguien que pueda ver el problema desde fuera y te aporte un enfoque más positivo o, al menos, más realista sobre la situación.